Categoría: personal

sanja kusturica

A veces uno encuentra ángeles en Internet.

Hace un par de semanas, cuando intentaba crear un logo para el blog que no fuera tremendamente cutre ni tremendamente aburrido, me encontré con un patrón precioso que había creado una diseñadora de Belgrado llamada Sanjia Kusturica. En la página se explicaba que el patrón estaba disponible para que cualquiera lo pudiera usar, pero yo no me quedaba tranquila sin avisarla. Busqué su dirección y le escribí pidiéndole permiso para usarlo en el logo del podcast.

Esperaba que me contestara que lo podía usar, pero su respuesta fue mucho más allá. Me preguntó por el programa, se interesó por el uso que iba a tener el logo y se ofreció a ayudarme y crearlo ella misma. Intenté pagarle por su trabajo, pero me dijo que no era necesario.

Al cabo de unos días, me envió su idea y un primer boceto. Le pedí dos cambios y en ningún momento se molestó, los hizo con toda la amabilidad del mundo y no sólo creó el logo, sino también el banner para la página de Facebook y para el blog. El resultado es la maravilla que ven aquí, y en la cabecera.

Le pregunté cuál era la mejor manera de recomendar su trabajo, pero me dijo que no me preocupara por eso, que estaba muy contenta de haber podido ayudarme. Yo no tengo palabras para explicar lo amable que ha sido conmigo y lo rápido que ha diseñado el logo para Los Latidos. Le estaré agradecida siempre.

Ésta es la web de Sanja. Su página en Dribble. Y su Instagram.

Visítenla y vean su trabajo, si les parece bien. Es fantástica.

los latidos en calimbre radio

Un día de agosto recibí una llamada de El Especialista Manel Ruiz. Manel, aparte de un dj espectacular, es un buen amigo, y colabora desde hace tiempo con Calimbre Radio. Me llamaba para proponerme que hiciera el podcast para la radio y yo, claro, entré en pánico.

Estuvimos hablando de limitaciones, posibilidades, frecuencias y duraciones, y al final me puso en contacto con Santy Alonso, el alma máter de la radio, y un tipo encantador y con una energía a prueba de bombas. Después de hablar con él tuve claro que Los Latidos se pasaba a la radio y que se emitiría el último domingo de cada mes, aunque después de la emisión seguiría subiendo a Ivoox como podcast.

Antes del primer programa pasaron muchas cosas. Me compré un micrófono, me peleé con el micrófono, grabé varias versiones de un jingle de promo, elegimos la versión definitiva del jingle de promo, seleccioné todas las canciones, me di cuenta de que me faltaban minutos, me peleé conmigo misma… Y pasé muchos nervios. Pero al final, el 30 de septiembre, a las 9 de la noche, Los Latidos se emitió en Calimbre Radio por primera vez.

Y fue emocionante escuchar esas canciones sonando en el pequeño transistor con el que Jenaro se pasea por la casa todas las mañanas y casi todas las noches. La mayoría eran canciones especiales para mí y escuchando el programa sentí la misma felicidad que cuando pinchaba y veía que a la gente le gustaba lo que ponía.

No sé cuánto durará Los Latidos en Calimbre. Si le gustará o no a la audiencia habitual de la radio, más dedicada a otro tipo de música. Pero a mí Manel y Santy ya me han hecho un poquito más feliz y por eso siempre les estaré agradecida.

loslatidos.com

Hoy, por primera vez, escribo una entrada sabiendo que se publicará en loslatidos.com y no en loslatidos.cualquierotracosa.com. Esto, que les parecerá una bobería, para mí es muy emocionante.

loslatidos.com, con su propia web, existe gracias a la enorme paciencia de Joaquín Bernal, que me estuvo guardando el dominio durante muchos años, hasta que fui capaz de encontrar el tiempo necesario para montar de nuevo un blog, no tanto por el blog en sí, sino por tener la certeza de que iba a escribir unas cuantas entradas y no una o dos y chimpún. Y les aseguro que fueron muchos años. Si alguna vez lees esto, Joaquín, que sepas que te estoy eternamente agradecida.

Joaquín, por cierto, también creó para mí una página maravillosa, cuando yo aún vivía en la creencia feliz de que seguiría escribiendo.

Ahora mismo volver a escribir me parece imposible, pero nunca se sabe. Tampoco pensaba que fuera a volver a tener un blog.